lunes, julio 28, 2008

EL BUEN MINERO (SUDOR Y PAN)


Junto al alba se lebanta,

en has del buen venir,

esperanzado minero cuyo sudor,

promesa del pan por venir,

fruto del trabajo desdeñado,

alimento de patria

de aquel humilde y olvidado

sin contribución del trabajo

que de él su salud ha cobrado.

jueves, julio 10, 2008

TESTAMENTO DE UN SENTIMIENTO


Y mi alma llora de pena
Y tu ausencia me desespera
Y cuan gustozo sería traerte
Y no dejarte escapar jamás de mis brazos.

Y sólo sé que con vos feliz soy
Y que con vos feliz seré.

Y me enbriago de tu esencia
Y me enveneno cuando a mi lado no estás.
Y sólo te quiero para mi porque soy tuyo
y espero que algún día seas mía, mi amor.

y que contigo como musa las palabras fluyen como miel
Y porque cosas aun más dulces por ti escribiré.
DEDICADO A MI OSA QUE ME HA TENIDO PASIENCIA.

viernes, septiembre 28, 2007

Un días más

Todo parece ser un tierno recuerdo de infancia, recuerdos que sólo han pasado por un pestañeo de mis ojos invidentes, mis pestañas marchitas. Me restriego esas viejas ventanas sucias y descoloridas, pero no hay caso. Todo cuanto viví o conocí parece ser una burla de mal gusto.
Una vez más despierto. Otro día que se pasa en vano... ¿Nada útil que hacer? ¿Y qué podría hacer? ¿El mundo dejará de existir, cambiará en algo? Por supuesto que no, todo seguirá igual que siempre, las sociedades se crearán, desarrollaran y nuevamente se pudrirán una y otra, y otra vez. Entonces... que sentido tiene que haga algo o no. Los días seguirán, pasan; nuevos sueños se crearán y muchos otros moriran.
Hoy es un nuevo día, uno como tantos otros, un nuevo día que pasa en vano, un día menos de vida. Bueno, no puedo ser tan negativo... por lo menos... por lo menos es un día menos que ya no tendré que vivir. ¡Bien! No ha sido un días en vano, despues de todo. ¿no?

sábado, marzo 24, 2007

EVOCACIÓN DEMONIACA




La noche abrazaba a la ciudad, los espectros, dichosos, salían al encuentro para apoderarse de sus incautas víctimas. Pero estos espectros no son como aquellos conocidos por el folklore, como de seguro habrá venido a vuestra mente. No, claro que no: estos espectros son aquellos formados por nuestras experiencias; por la interacción que tenemos con otros seres similares a nosotros, de la misma “especie”, seres llamados humanos. ¿Pero qué tiene que ver esto con nuestra historia? La verdad... todo. Como lo descubrirás a continuación. Además... ¿quién no tiene algún demonio de este tipo que no lo atormente?

Mientras todas las criaturas huían para guarecerse de estos demonios. Sentado en la rama de un árbol ya sin vida, estaba un hombre, como si estuviera meditando, y de vez en cuando veía alrededor para verificar que nadie lo estaba observando. Ya estaba completamente oscuro, por lo cual no sabía si proceder o no. Lo pensó un momento, un momento tan largo que se podría decir que estuvo horas planeándolo. En fin se decidió, y tomando el hacha que se encontraba a su lado derecho respiro profundo, como tratando de darse fuerzas para partir, fijó su vista en la oscuridad casi impenetrable, miró una vez más para asegurarse de que no habría testigo alguno, al fin, seguro ya de esto, emprendió la marcha.

Miraba los gestos acusadores de la arboleda espesa que lo rodeaba y cubría, mientras la iba cercando. Observa intrigado su instrumento favorito, aquella pequeña hacha, un poco temeroso e indeciso de lo que podría hacer con ella. Mientras esto hacía, notó que con cada malversación de su mente, los árboles se retorcían cada vez; mientras más crueles eran sus pensamientos y actos, más severos era el rostro de aquel bosque, de esa sociedad inerte e inmóvil. Hasta que por fin, no pudo aguantar más, alzó el hacha con ambas manos y de inmediato se lanzó a la tarea que tanto había anhelado, y así comenzó a dar golpe tras golpe en la carne astillada de aquellos repugnantes seres que lo miraban cada con más odio y mucho más desprecio. Mientras esto hacía notó que estos árboles lo rodeaban cada vez. Arrancó cuantas cortezas pudo lanzando al suelo a los de rostros más severos fruncidos y repulsivos; aquellos que parecían ser más familiares y cuyo recuerdo le causaba mayor dolor. Saltaba de contento, como si estuviese en el paraíso, esgrimiendo a placer el hacha, la cual estaba cubierta de una especie de sabia de un hermoso color... ¿rojo? Y fue allí donde los demonios de los cuales les había hablado en un principio comenzaron a apaciguarse a la vez que se desvanecían, mientras la confusión de la mente de nuestro queridísimo amigo fue aclarándose poco a poco a la vez que unas... especie de garras le dieron alcance agarrando los brazos e inmovilizándolo, tumbándolo al suelo. Cuando su mente se despejó del todo pudo ver con claridad los cuerpos desparramados por doquier, con un brillante y hermoso color rojo que los cubría de pies a cabezas y fue allí que cayó en la cuenta del porqué esas alucinaciones de árboles formaban rostros tan infames y a la vez tan familiares; eran pues todos aquellos que alguna vez dañaron a nuestro querido amigo. Como ya habrán adivinado, claro está, no eran árboles los descuartizados y tumbados, sino los que alguna vez fueron seres humanos...

miércoles, agosto 23, 2006

MALOS RECUERDOS


La oscuridad se mece sobre aquellos corazones corruptos; criados en la desesperanza del engaño y la mentira. De ellos sólo un futuro incierto se espera, lleno inseguridades y prontas tristezas.
La vida sin esperanza es tan apagada como el más oscuro abismo. Si sólo en la tristeza del pasado se piensa, el futuro será tan miserable como la triste melancolía.

lunes, agosto 07, 2006

EL DESPERTAR DE LA BESTIA


La bestia comprendió que pronto llegaría su hora. Faltaba poco para que de una vez por todas quedara suelta y diera de esta manera rienda suelta a sus perversidades. Estaba ansiosa de probar la carne fresca, ese dulce placer de desgarrar la piel, sacar los ojos, saciarse de la venganza, de la rabia de todo aquello que detestaba y le daba náuseas a tal extremo de botar por aquella boca todas las maldiciones al nefasto mundo que le había tocado vivir. Una vez más el mundo maldito le daba razones suficientes para dejar salir a la luz su perversidad. "Pero… ¡No!, el culpable no es el mundo, pero… pero éste me ataca… ¿no?… No sé qué hacer, cómo escapar. ¡No!, el culpable no es el mundo. ¿Las personas?... ¿Ellas son las culpables?". A quién podía culpar se preguntaba la bestia sedienta, deseosa de descargar su cólera. ¿A quién o a quiénes? Comienza entonces a buscar a los culpables de su tortura y sufrimiento, pero… ¡Mierda! ¿Dónde están? No los encuentra, por más que busca siempre llega al mismo lugar, al inicio. "¿Yo seré el culpable?". Comienza a abrumarse cada vez más su espíritu y la bestia… ya no puede contenerse, ha esperado mucho tiempo y su maldad ha llegado al límite. No es culpable el mundo ni la gente, ¿entonces quién? Sólo queda él. ¿Él es el culpable? Siempre que algo malo pasa él es el culpable; todos lo culpan… ¿y la bestia? Al fin encontró al maldito que ha causado su infortunio, su dolor. Entonces saboreando aquel maravilloso descubrimiento, se lanza sobre aquel maligno y lo devora con malicia, gustosa y dichosa de arrancarle la piel, los ojos… Al fin sació su hambre, pero pronto necesitará otra comida. ¿Quién será el próximo?

domingo, agosto 06, 2006

UNA MALA NOCHE


Esto es un relato ficticio. Por si las dudas.
El final depende de la mente curiosa de cada quién.
Una vez más no pude dormir. Como siempre me desperté como a eso de las tres de la mañana ofuscado por mis recuerdos. Por alguna razón que desconozco, a mi subconsciente le encanta torturarme con imágenes que a toda costa deseo olvidar. ¿Qué puedo hacer para remediar esto? En realidad no lo sé, pues lamentablemente el hombre, quién dice tener conciencia del control que posee sobre si, no puede controlar el lado subconsciente; ese lado que forma parte integra de nosotros. Llegar poder controlarla sería una verdadera ventaja, supongo. Esa noche, como me ha pasado ya tantas otras veces, soñé con una monstruosidad. Pero no se engañen, no era un ser ficticio creado por mi, a veces retorcida mente; este ser tan horripilante realmente existe. Lo peor de todo es que formó parte de mi educación. Sí exactamente, ese maquiavélico ser es, y ojalá pudiese decir era, una maldita que hacía las veces de profesora. Bueno, en realidad si era profesora, pero muy mala.

Aburrido por esto y con el deseo de no pensar más sobre el asunto, decidí dar un paseo por la ciudad, ya saben, para despejar la mente. Mientras recorría aleatoriamente las frías calles de la ciudad, choque casualmente a una mujer. Le pedí disculpas por haber tirado sus cosas, y lo mismo hizo ella. Al mirarla más detenidamente me percate que aquel rostro me era particularmente familiar. Seguramente ella no me reconoció, ya que me "educó" en mi infancia, pero por otro lado yo la reconocí de inmediato. Esto me hizo tomar una determinación que cambiaría para siempre mi forma de ver y sentir la vida; después de todo una ocasión así no se podía desaprobechar. Entonces lo que hice fue...